Victor Moral ⁂
@victor@taquiones.net
La mastín ha decidido ir por su cuenta y nos ha costado un rato encontrarla. Cuando lo hemos conseguido he decidido que el juego del escondite era suficiente y hemos emprendido la marcha.
Pero nos hemos encontrado un conejo muerto, con buen aspecto, pero muerto (hay docenas por aquella zona y éste no tenía heridas).
El caso es que las dos lo olisquean y una de ellas ha abierto la bocaza y se lo ha llevado. He corrido detrás, se lo he quitado con dificultad y he empezado la regañina habitual que no sirve de nada.
La otra, claro está, no ha querido atender a las enseñanzas y se ha llevado el cadáver igualmente. Y me ha tocado ir tras ella.
Y así, un ratito feliz entre los tres mientras yo pensaba formas de estrangulamiento canino hasta que me he hecho con los restos y los he lanzado bien lejos.
Y esto, amigues, es la aventura canina (de los cojones) del día.