No creo. Pienso que es más bien que los partidos son organizaciones idóneas para atraer ese tipo de gente. Respecto a la oligarquía, pues no sé bien qué decirte. Los ricos tienen una relación extraña y difícil con los partidos: necesitan que existan pero tampoco los quieren sentar a la mesa.
En este caso y en muchos otros se nos está escapando el tema de los corruptores, para los que no parece que tengamos nunca una imagen definida ni un castigo bien publicitado.