Se aprende a escribir escribiendo sin presión. En mi opinión. Y yo de un blog, como lector de muchos, prefiero muchas entradas chiquitinas con alguna enorme con el tono cambiado, como si no fuese la misma persona. Es decir, contenido que refleje a la persona y que no quiera venderme algo.

Ejemplo de esto último es Enrique Dans, con tres entradas complejas en la recámara, llenas de enlaces y referencias, muy dificiles de leer y con pocas de las que recuerdas más allá de algún concepto: ahora odia Google, ahora adora a un vendemotos, luego no, tal vez más tarde sí, ...

Por contra hay muchas bitácoras, como las de Lorzagirl, que puede que terminen agobiando pero es que es su vida. He reído más que sufrido con ella pero es ella y ya.

En fin, lo importante es publicar aunque sean pensamientos. Eso sí, si el blog es de creación literaria, en la que obligas a leer un relato o una novela corta mejor no. 🙂